Con todo y la resaca
moral
Pensé en ti y decidí
escribirte,
Saludarte
Recordar lo que sucede
en un día
Aquel primer día.
Ese día salí corriendo
y dejé mis fuerzas
A medio camino
El reloj en el cuello
Puedo asegurar que nadie
había corrido igual
Aún no sé qué hice si
volé
O simplemente
detuviste el tiempo
Da igual,
Para ti es tan
sencillo.
Caminando de nuevo
para verte
Busque la cara más sinvergüenza y subí al taxi
Y en el camino pensaba
¿A dónde iba?
¿Por qué iba?
Dude…
Casi me detuve,
Respire…
Después de
intercambiar teléfonos
Al fin llegue…
Plagado de dudas
Con la incertidumbre mordiendo
No sabía qué hacer,
¿Eran los nervios?
Claro que no
Era simple miedo
Pero llegaste.
Llevaba soles en su
mirada
Un libro gordo bajo el
brazo
Su cabeza cubierta por
fina seda
Y no decir su sonrisa
Sabe Dios que no había
visto cosa más linda.
¡Hablaste!
Mi mundo se detuvo.
Ni tú,
Ni yo paramos,
La conversación fue un
río de palabras
De temas,
De ideas,
Coincidencias,
A lo mejor,
Ni tú,
Ni yo lo sabemos.
¡Momento!
Esperen…
¿Y el miedo?
Te lo comiste junto
con los minutos
Desde entonces cuento
historias.
Nos despedimos
Recibo un mensaje tuyo
en mi teléfono
La noche comienza de
nuevo
Pasamos del té y el café
A un par de limonadas
Ese mensaje me dijo
mucho
Me tenía contento
Sabía que no eran solo
palabras
Era una invitación a
quedarme
Acepte el reto
A las 8:20 de la noche
te vi corriendo
Con mi sonrisa en tus
ojos
Con un carpaccio
entero.
En resumen fue un buen
día
Uno de esos que pocas
veces tengo.