Para arrancar esta maldiciòn de mi corazòn he de dejar de escribir... Vivirè maldito entre mis letras . Aletxo Elizari







martes, 9 de junio de 2015

El siguiente día

Con todo y la resaca moral
Pensé en ti y decidí escribirte,
Saludarte
Recordar lo que sucede en un día
Aquel primer día.
Ese día salí corriendo y dejé mis fuerzas
A medio camino
El reloj en el cuello
Puedo asegurar que nadie había corrido igual
Aún no sé qué hice si volé
O simplemente detuviste el tiempo
Da igual,
Para ti es tan sencillo.
Caminando de nuevo para verte
Busque la cara más sinvergüenza y subí al taxi
Y en el camino pensaba
¿A dónde iba?
¿Por qué iba?
Dude…
Casi me detuve,
Respire…
Después de intercambiar teléfonos
Al fin llegue…
Plagado de dudas
Con la incertidumbre mordiendo
No sabía qué hacer,
¿Eran los nervios?
Claro que no
Era simple miedo
Pero llegaste.
Llevaba soles en su mirada
Un libro gordo bajo el brazo
Su cabeza cubierta por fina seda
Y no decir su sonrisa
Sabe Dios que no había visto cosa más linda.
¡Hablaste!
Mi mundo se detuvo.
Ni tú,
Ni yo paramos,
La conversación fue un río de palabras
De temas,
De ideas,
Coincidencias,
A lo mejor,
Ni tú,
Ni yo lo sabemos.
¡Momento!
Esperen…
¿Y el miedo?
Te lo comiste junto con los minutos
Desde entonces cuento historias.
Nos despedimos
Recibo un mensaje tuyo en mi teléfono
La noche comienza de nuevo
Pasamos del té y el café
A un par de limonadas
Ese mensaje me dijo mucho
Me tenía contento
Sabía que no eran solo palabras
Era una invitación a quedarme
Acepte el reto
A las 8:20 de la noche te vi corriendo
Con mi sonrisa en tus ojos
Con un carpaccio entero.
En resumen fue un buen día

Uno de esos que pocas veces tengo.

domingo, 7 de junio de 2015

50/50

Un día de mi vida se resume a tus ojos,
a levantarme cada mañana maquinando complejas ideas para enamorarte,
a con esmero activar mis neuronas y dejarme estampado en tú día, 
ya sea con mi caligrafía o abstractas narraciones.
Los minutos transcurren,
se acumulan a cuenta gotas en las horas,
tu presencia sigue intacta,
entre nosotros ni siquiera cabe la palabra distancia,
ni su abreviatura o sinónimo.
Es fácil querer cuando no se tienen dudas,
cuando tus decisiones cobran vida,
cuando el cielo te devuelve respuestas.
Hasta escribir se facilita cuando te arrancan de tajo la melancolía.
La vida al final te baja de las estrellas fugaces,
no necesitas más cuando en sus ojos duermen constelaciones.
Ella que se come el mundo,
se come mis minutos,
me muestra el camino,
me da su mano,
ella me calma,
por encima de cualquier cosa…
Mi compañera de equipo.

(Aletxo)

domingo, 24 de mayo de 2015

Le escribo a la luna

Por cada letra una duda
Por cada duda una mirada
La encontré entre letras y estocadas
Encontré valor sin alcanzarla.

Así es ella,
Es historia sin poesía
Una narrativa compleja y fluida
Sin versos ni rima.

Es arriesgarse en cada palabra
Un duelo constante a mi cordura
Es navegar en cuentos y aventuras.

Esa una mujer labrada perfecta
Bañada en imperfecciones
Con una mirada sincera y con muchos acordes
Su compañía es compleja, las luces opacas.
Cuando muere el tiempo me quedo sin nada.

Hoy son estos simples versos,
Yo le añado mi poesía, ella me narra un cuento.

Como todos le escribo a la luna,
Mientras ella en sus ojos guarda universos.
Escribo esperando que lea entre líneas,
Que pase el tiempo y me siga leyendo.

(Alejandro)